lunes, 30 de noviembre de 2015

Parodias de "Colombia: Boceto para un retrato"

Colombia: boceto para un retrato (Yeizon Correa)

Colombia es un país donde cada región se puede convertir en una porción de territorio de otras naciones del mundo, si se quiere visitar un país desarrollado dentro de nuestro territorio, se puede viaja al norte de Bogotá o si es en la ciudad de Medellín al Barrio el poblado en el sur, pero con una diferencia y es que los ricos de los barrios en los países desarrollados, ayudan a  las personas más necesitadas, mientras que en Colombia ven a las personas de escasos recursos como objetos que se pueden utilizar para aumentar sus riquezas.
Recorrer Colombia es recorrer un mundo pequeño, con pedacitos que representan todas las zonas del mundo, Si en estos momentos viajáramos a la guajira, nos encontraríamos con culturas muy similares a las de oriente, lo que no haría pensar que vamos a terminar como rehenes, rodeados de personas llenas de cinturones bomba, listos para matar a los que no creen en Alá y listos para viajar a Paris o a EE.UU o peor aun llegar a pensar que vamos aparecer en un video propagandístico con un cuchillo en el cuello.
Si viajamos por las montañas de los Andes o por los territorios fríos del país, estaríamos ubicados en las hermosas laderas de Suiza, Canadá o Inglaterra, con ganado Holstein o Jersey produciendo mucha leche, solo que en estos países desarrollados la leche sale directo para las grandes empresas, pero nos acordamos que estamos en Colombia cuando vemos a los campesinos productores de leche derramándola en las calles como protesta por tratados como el TLC que los pone en desventaja con sus competidores.
 Si va a los departamentos del Cauca y Nariño, en el sur, podrá figurarse que está en Bolivia o en Perú, con indios que vienen de ramas remotas de la familia quechua, pero despierta de ese sueño, cuando se da cuenta que algunos de esos indígenas cargan fusil a su espalda y enfrenta a la fuerza pública con machetes y hasta papas bomba con el fin de defender los cultivos de coca financiados por la guerrilla.
Si continuamos viajando por otras zonas del país  encontramos plátanos y yuca en tierra caliente, mucha comida que en su mayoría se vende a precios irrisorios que no compensan el trabajo que le da el campesino a su producción, también tenemos oro, carbón y petróleo que es explotado junto con los trabajadores colombianos por transnacionales europeas o norteamericanas. Si caminamos por oficinas gubernamentales, encontramos largas filas de personas, lo que no hace acordar a los madrugones que se dan en los centros comerciales de EE: UU con grandes promociones y descuentos, pero volvemos a la realidad cuando nos damos cuenta que estas filas son personas buscando ayuda con la excusa de ser víctimas de la violencia, lo que supuestamente les impide trabajar para conseguir el sustento, será que eso si tiene que ver con la pereza por trabajar?
No encanta tanto la política, como a cualquier ciudadano del mundo, pero en Colombia nos gusta más, porque en épocas electorales no tenemos que cocinar en nuestras casas, debido a que en todas las esquinas reparten sancocho y tamales, además como postre nos dan un buen bulto de cemento o una hojita de eternit para arreglar la casita,  ha y se me olvidaba, como nos gusta tanto las historias de fisión, los políticos prometen que van a pavimentar el rio Cauca. Tenemos un presidente muy bueno, aunque le dicen Chuky, la única condición que hace para poder sentarse a hablar con él sobre asuntos del estado, es que le maten soldados y policías, exporten cocainita al exterior, purifique los ríos con petróleo en vez de cloro y por ahí de vez en cuando le meta uno que otro bombazo a los puentes, vías o torres de energía, si no cumple con estas exigencias responde “esas tales personas no existen”.
Un país donde se propone que los delitos graves como los de lesa humanidad, sean pagados no con cárcel, sino con puesticos directos en el congreso y en altos cargos del estado y que  mientras están proceso de investigación  para llegar a estos altos cargos, en vez de medida de aseguramiento, se le dé la posibilidad de demostrar que son inocentes y que las víctimas son ellos,   fuera del país, en playas con buenos yates y con unas buenas cremas de whisky; es que definitivamente Colombia están bueno que delinquir si paga.
Nos hablan que se le quito presupuesto a la guerra para invertir en lo social, pero no nos cuentan de los miles de millones que se han gastado en vuelos privados, sol, playa, brisa y mar con el supuesto fin de lograr la paz. Pero con todo esto sigo pensando que este es uno de los países más maravillosos del mundo, así algunos malos dirigentes políticos nos hagan pensar lo contrario.

MI COLOMBIA QUERIDO! (Sandro Javier Guaca Realpe.)
Parodia del texto Colombia, boceto para un retrato, de Hector Abad
Colombia es un buen resumen del mundo. Una élite en donde los pálidos, descolorizados se llevan lo mejor parte tanto en la economía como en la política. Es más: esa pequeña élite se conforma por toda clase de especies como ratas, micos, lagartos, que se alimentan del erario público. Últimamente ha habido unos banquetes formidables: el banquete de la contratación en Bogotá, el plato suculento que se dio la máxima autoridad de Cundinamarca, un tal señor que lleva una cruz, por nombrar solo dos ejemplos.
Eso sí, la gran mayoría de habitantes de este amado país, con piel mucho o poco oscura, es gobernada por este circo de animales. Estos viven en mayor o menor medida en precarias condiciones.
El zoológico dueño de la nación eso sí, está acabando con el paraíso que Dios nos regaló: el río de la Magdalena, pues se vendió por pedazos: a los españoles un trozo, para que hicieran en el centro del Huila una mega represa llamada Quimbo, que acaba con el medio ambiente de esa región, sumiendo a sus habitantes en más pobreza y abandono. Luego, otro trozo a los chinos, para que sigan haciendo represas ahora en el sur del Huila. Imagínense que un río disminuya su caudal justo un poco después de donde nace.
¡Ha! que resumen del mundo, Colombia se parece en esto al gran África, que digo, mejor específicamente, cada rato se va a parecer más al desierto del Sahara. Pues los huilenses, ya no tendrán que ir al desierto de la Tatacoa   para tener la experiencia de conocer un desierto, puesto que ya todo el Huila se va a convertir en eso. Pero no nos pongamos tan negativistas, también hay cosas positivas: nos parecemos en gran medida a los israelíes, hablando de su capital humano: para nadie es un secreto la gran capacidad del judío para hacer negocios, aquí tenemos a los paisas, venditos paisas, que venden hasta un hueco. ¡Ave María por Dios pues!  Por su puesto, también somos el retrato del mundo árabe. Pero no en la parte positiva que digamos, ese de progreso traído por el petróleo. No, no, no. El parecido es por el fanatismo terrorista que por supuesto no es de la mayoría de los árabes, eso hay que aclararlo. ¿Ellos tienen el grupo terrorista Estado Islámico?  Nosotros las FARC. ¿Ellos tienen a Al Qaeda? Nosotros el ELN. Colombia se parece a Francia, con la diferencia de que los atentados terroristas en Francia, que se dan eventualmente, en Colombia son el pan de cada día.
Se me estaba olvidando Venezuela. Claro que tenemos similitud con Venezuela. Y sino, vayamos a los suburbios de las grandes ciudades colombianas: es cierto que los supermercados de cadena están llenos, lo que no hay es plata en el bolsillo para comprar esos artículos. Igualmente falta el papel higiénico. Sin embargo como dice el adagio popular, mal de todos consuelo de bobos y que cuando otro está más mal que uno, a uno le da moral y Venezuela, pues eso sí está muy mal. Por decirlo en otras palabras, si Colombia está en Guatemala, Venezuela está en Guatepeor.
Se me olvidaba ahora la cuestión política: a eso si es divertido. Ahora el país lo gobierna un señor que parece de la antigua raza de los mongoles, en otrora trabajó con el chiquitico antioqueño malgeniado, ese pequeño personaje que cuando se enojaba decía: “Estoy muy berraco con usted y ojalá me graben esta llamada. Y si lo veo le voy a dar en la cara, marica".
Ahora bien, el nuevo gobernante, reelegido y todo, tuvo una transformación. De ser la mano derecha del pequeño hombre, se convirtió en su peor enemigo y luego de ser un gran guerrero se convierte en un gran pacifista. Todos estamos con el corazón en la mano, queriendo que el proceso de paz llegue a feliz término. Por fin se terminaría gran parte de violencia en el país, sin embargo, hay que pensar a qué precio.
Pero por otro lado, tenemos la eterna disputa entre el procurador general y el fiscal general, que cada rato se viven echando vainas. Con decirles que el señor Alejandro Ordoñez es querido por muchos y odiados por otro tanto: Piedrita que aprieta en el zapato de Santos y tachuela en los tacones  de la comunidad LGBTI
  Esa es nuestra Colombia. Es tan divertido tocar estos temas que se habló de dirigentes y no se tomó la cuestión política, pero en lo que se refiere a participación ciudadana que se ve extremadamente limitada a épocas de elecciones. Allí si se despierta el espíritu fanático del pueblo que pelea, se enfrenta, chilla y patalea defendiendo al candidato de su preferencia, el mismo que cuando se convierte en dirigente ni lo voltea a ver. Eso sí, la época electoral hay que aprovecharla para comer tamales gratis, para que embalastren la carretera, para reclamar las hojas de zinc y para reclamar los cincuenta mil pesos el día de las elecciones (claro está que eso no lo hacen todos los electores, ni más faltaba, la mayoría de Colombianos somos honrados). Por parte de los candidatos, (no todos), pues es el momento de ganarse esos voticos, por eso es importante conseguirse un par de volquetas para hacer obras de caridad con esos pobres ciudadanos que tienen sus carreteras hechas un desastre. Es el momento de incentivar la construcción por eso es necesario llevar unos camionaditos de cemento, y por supuesto, la gente sufre mucho, entonces es bueno darles el tamalito y los cincuenta mil pesitos el día de las elecciones.
Pues realmente, no somos ni el infierno, pero pues tenemos tanta malicia indígena que hasta le ganamos al diablo, de la mano con Tomás Carrasquilla. Pero tampoco somos el paraíso, máxime cuando los de arriba, los que dirigen el país, quisieran que Colombia fuera el paraíso…fiscal.
Sin embargo, no hay que desesperarnos, la mayoría de colombianos somos buenos, ni más faltaba, a paso de tortuga pero ahí vamos, hacia el progreso, como dijo el Pibe Valderrama, todo bien, todo bien. Y recordemos: lo último que se pierde es la esperanza.

Colombia: boceto para un retrato (Breve resumen del país) (Diego Fernando Vargas)
Héctor      Abad  Faciolince
COLOMBIA, Edén tropical dotado con una extraordinaria belleza natural y una amplia diversidad biológica y cultural; hogar de gente alegre, honesta y trabajadora. Un gran país de América ubicado en la zona noroccidental de América del Sur, organizado constitucionalmente como una república unitaria descentralizada. Su capital es Bogotá. Su superficie es de 2’070.408 km2, de los cuales 1’141.748 km2 corresponden a su territorio continental y los restantes 928.660 km2 a su extensión marítima, de la cual mantiene diferencias limítrofes con Venezuela y Nicaragua. Limita al este con Venezuela y Brasil, al sur con Perú y Ecuador y al noroeste con Panamá; en cuanto a límites marítimos, colinda con Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Jamaica, Haití, República Dominicana y Venezuela en el mar Caribe, y con Panamá, Costa Rica y Ecuador en el océano Pacífico. Colombia es la única nación de América del Sur que tiene costas en el océano Pacífico y en el Mar Caribe, en los que posee diversas islas como el archipiélago de San Andrés y Providencia.
El país es la cuarta nación en extensión territorial de América del Sur y, con alrededor de 46 millones de habitantes, la tercera en población en América Latina, después de Brasil y México. Colombia ha sido siempre uno de los países más ricos del mundo en cuanto a diversidad natural, si retornamos un poco a nuestra historia nos encontramos con que nuestro país era propietario de casi en su gran mayoría de la riqueza natural de varios países vecinos la cual fue cedida a ellos por diversos acuerdos y convenios de carácter político, a pesar de dichos acuerdos desfavorables para la riqueza bionatural que poseía nuestro país, aun conserva un alto porcentaje que lo engalana con ser el segundo país más rico en biodiversidad a nivel mundial.
Este aspecto hace a nuestro país uno de los más importantes y el primero a nivel mundial en diversidad de especies de aves, de mariposas, de flores y de algunos anfibios, es por esto que nuestro país es reconocido internacionalmente y muy positivamente por poseer una gran parte del pulmón del mundo el amazonas, su riqueza hídrica, su diversidad de ríos, nacederos pantanos, ciénagas lo hacen sencillamente maravilloso. Pero la riqueza de nuestro país no se queda solo en territorio terrestre, posee 152 km de frontera marítima lo cual además de facilitar operaciones comerciales es habitada de un sinfín de especies marinas, como peces de diversas clases, tiburón martillo delfines ballenas las cuales llegan a las bahías a tener sus crías convirtiéndose en un verdadero espectáculo natural tortugas e infinidad de especies. Continuando con este agradable recuento no podemos dejar de lado la diversidad silvestre desde arboles gigantes hasta pequeñas plántulas características de selva tropical las cuales sirven de habitad para un sinfín de especies desde los monos, las distintas especies de aves hasta pequeños insectos. Nuestra bella Colombia un paraíso rico en biodiversidad, donde abunda el agua, las mujeres hermosas, la gente cálida, rumbera, alegre, comprometida, se produce el mejor café del mundo, es el principal país productor de esmeraldas apetecidas por los grandes magnates, con el privilegio de tener patrimonios histórico y cultural de la humanidad, con nuestras flores se han expresado sentimientos de amor y de paz en el mundo. Como lo plantea la Unesco, la diversidad cultural es una característica esencial de la humanidad, patrimonio común que debe valorarse y preservarse en provecho de todos, pues crea un mundo rico y variado, que acrecienta la gama de posibilidades y nutre las capacidades y los valores humanos, y constituye, por lo tanto, uno de los principales motores del desarrollo sostenible de las comunidades, los pueblos y las naciones. La vitalidad de la cultura colombiana radica precisamente en su diversidad, el patrimonio más valioso de la nación.



Colombia:   boceto para un retrato (Gloria Serrano)
Héctor Abad Faciolince
Retratar a Colombia en miniatura es retratar al mundo, nos parecemos tanto a él en su conjunto que no podemos desconocerlo es como si ante  la prueba definitiva del ADN de un individuo se negara a la aceptación de su verdadero padre.  A lo  largo y ancho del país encontramos evidencias  de nuestro parecido con el resto del mundo aunque la verdad sea dicha el hecho de parecernos no significa que seamos igual, la a-culturización producida por el sometimiento histórico de otros pueblos nos ha hecho semejantes  pero no iguales.
En nuestra sangre y en la información contenida en cada células llevamos rasgos  de los españoles que aniquilaron nuestro pueblo o de los africanos que fueron traídos como esclavos en las épocas de la  colonia o de los ingleses y americanos que han llegado en los últimos siglos dejándonos el color de sus ojos y la miseria que como consecuencia  de su colonización hemos tenido que vivir.
También rasgos de los comerciantes turcos y de otras naciones que después  de estafarnos nos dejaron como legado la capacidad creativa de  rebuscarnos ante todo y de vez en cuando también estafar a los demás, disimulando esto al llamarlo como  viveza de los Colombianos.

Colombia: Boceto para un retrato. (Luis Fernando Herrera)
Colombia es un país tan diverso, tan voluminoso, tan heterogéneo y tan lleno de contrastes, que fácilmente se podría reflejar de su actual forma de vivir, la historia de la vida misma, la historia de la humanidad.
Existen varias teorías a cerca de como surgió la humanidad en el mundo, por ejemplo la teoría de la evolución, donde los primates fueron desarrollando cambios en todos los ámbitos, hasta erguirse como homo sapiens; pues bien, en nuestra sociedad Colombiana es muy común observar a personas que proceden como monos, actuando por instinto, y con comportamientos propios de los animales, maltratando niños, mujeres, peleando por territorio y haciendo todo tipo de malabares con el fin de salirse con la suya o de no dejarse involucrar en carruseles, además, explícitamente también se ve uno que otro “mico”; sí nos remitimos a la prehistoria, a la era de los dinosaurios, solo es cuestión de ir al congreso para tener la oportunidad de observar una gran variedad de lagartos.
Luego de la aparición del hombre como tal, vino la edad de piedra y de las cavernas, donde los hombres habitaban cuevas y comenzaban a desarrollar las primeras herramientas y armas a base de piedras, pues hoy en día podemos encontrar en Colombia a personas que literalmente viven en cavernas, denominadas tugurios en las zonas mas deprimidas, sin acceso a la tecnología o a los servicios básicos, con sus hijos caminando descalzos y desnudos, lavando sus pocas prendas por ahí en alguna piedra de una quebrada cerca.
Luego empiezan a aparecer comunidades nómadas que se van por el mundo buscando alimento, y nunca se quedan en un sitio fijo, como es el caso de muchos colombianos que deben permanecer en constante movimiento para poder sobrevivir, una temporada van al eje cafetero a servir como recolectores, al inicio de las vigencias fiscales, se ocupan como obreros en los diferentes proyectos, luego van a Cor-abastos a descargar camiones, esa es la historia de muchos compatriotas que se encuentran dentro de ese 9% de desempleados en el país (No hace falta ir muy lejos para darse cuenta que ese 9% del que habla el gobierno es una utopía).
También fueron apareciendo los primeros agricultores quienes empezaron a asentarse en zonas fijas, con la ventaja que en ese entonces aún no se debía tributar, como en la actualidad en Nuestro país, donde los labriegos no alcanzan a producir lo suficiente para cubrir los impuestos.
Con la aparición del fuego surgen grandes cambios en la humanidad, iluminación nocturna, cocción de alimentes, usos para la agricultura, entre otros, hoy por hoy, aun existe un gran porcentaje de compatriotas que viven sin acceso a la energía eléctrica, y no estamos hablando únicamente de los departamentos menos favorecidos como el choco, o los mas alejados como Guainía, no señor, en Antioquia, en Cundinamarca, en Santander existen familias, principalmente en áreas rurales que aún no tienen este servicio.
El tiempo siguió su curso, el mundo se fue poblando y es cuando aparecen diferentes civilizaciones en contextos geográficos distintos, árabes, asiáticos, occidentales, etc, fueron creando sus propias identidades y costumbres como aquí, donde hay pijas, costeños, paisas, chilapos, niches, rolos, opitas, guajiros y mas.
De forma paralela a la expansión humana y al surgimiento de las múltiples culturas y perspectivas de ver el mundo, también aparecieron otros factores como las guerras, en la que Colombia está a la orden del día, la industria y el comercio, presentes en nuestro país, las concepciones del bien y del mal, la dominación, la opresión, los nacionalismos, las doctrinas, gobernantes medio locos con ideas desafortunadas y todo tipo de representaciones culturales y sociales que podemos observar sin salir de nuestra tierra, hasta llegar a un estado ideal como en los actuales mal llamados países del centro, porque en Colombia existen fieles representaciones de las actuales sociedades europeas y norteamericanas, pocas, pero existen.
Así se puede ver Colombia desde otra perspectiva, como la representación de las épocas.



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