Colombia:
boceto para un retrato (Yeizon Correa)
Colombia es un país donde
cada región se puede convertir en una porción de territorio de otras naciones
del mundo, si se quiere visitar un país desarrollado dentro de nuestro
territorio, se puede viaja al norte de Bogotá o si es en la ciudad de Medellín
al Barrio el poblado en el sur, pero con una diferencia y es que los ricos de
los barrios en los países desarrollados, ayudan a las personas más necesitadas, mientras que en
Colombia ven a las personas de escasos recursos como objetos que se pueden
utilizar para aumentar sus riquezas.
Recorrer Colombia es
recorrer un mundo pequeño, con pedacitos que representan todas las zonas del
mundo, Si en estos momentos viajáramos a la guajira, nos encontraríamos con
culturas muy similares a las de oriente, lo que no haría pensar que vamos a
terminar como rehenes, rodeados de personas llenas de cinturones bomba, listos
para matar a los que no creen en Alá y listos para viajar a Paris o a EE.UU o
peor aun llegar a pensar que vamos aparecer en un video propagandístico con un
cuchillo en el cuello.
Si viajamos por las montañas
de los Andes o por los territorios fríos del país, estaríamos ubicados en las
hermosas laderas de Suiza, Canadá o Inglaterra, con ganado Holstein o Jersey
produciendo mucha leche, solo que en estos países desarrollados la leche sale
directo para las grandes empresas, pero nos acordamos que estamos en Colombia
cuando vemos a los campesinos productores de leche derramándola en las calles
como protesta por tratados como el TLC que los pone en desventaja con sus
competidores.
Si va a los departamentos del Cauca y Nariño,
en el sur, podrá figurarse que está en Bolivia o en Perú, con indios que vienen
de ramas remotas de la familia quechua, pero despierta de ese sueño, cuando se
da cuenta que algunos de esos indígenas cargan fusil a su espalda y enfrenta a
la fuerza pública con machetes y hasta papas bomba con el fin de defender los
cultivos de coca financiados por la guerrilla.
Si continuamos viajando por
otras zonas del país encontramos
plátanos y yuca en tierra caliente, mucha comida que en su mayoría se vende a
precios irrisorios que no compensan el trabajo que le da el campesino a su
producción, también tenemos oro, carbón y petróleo que es explotado junto con
los trabajadores colombianos por transnacionales europeas o norteamericanas. Si
caminamos por oficinas gubernamentales, encontramos largas filas de personas,
lo que no hace acordar a los madrugones que se dan en los centros comerciales
de EE: UU con grandes promociones y descuentos, pero volvemos a la realidad
cuando nos damos cuenta que estas filas son personas buscando ayuda con la
excusa de ser víctimas de la violencia, lo que supuestamente les impide
trabajar para conseguir el sustento, será que eso si tiene que ver con la
pereza por trabajar?
No encanta tanto la
política, como a cualquier ciudadano del mundo, pero en Colombia nos gusta más,
porque en épocas electorales no tenemos que cocinar en nuestras casas, debido a
que en todas las esquinas reparten sancocho y tamales, además como postre nos
dan un buen bulto de cemento o una hojita de eternit para arreglar la
casita, ha y se me olvidaba, como nos
gusta tanto las historias de fisión, los políticos prometen que van a
pavimentar el rio Cauca. Tenemos un presidente muy bueno, aunque le dicen
Chuky, la única condición que hace para poder sentarse a hablar con él sobre
asuntos del estado, es que le maten soldados y policías, exporten cocainita al
exterior, purifique los ríos con petróleo en vez de cloro y por ahí de vez en
cuando le meta uno que otro bombazo a los puentes, vías o torres de energía, si
no cumple con estas exigencias responde “esas tales personas no existen”.
Un país donde se propone que
los delitos graves como los de lesa humanidad, sean pagados no con cárcel, sino
con puesticos directos en el congreso y en altos cargos del estado y que mientras están proceso de investigación para llegar a estos altos cargos, en vez de
medida de aseguramiento, se le dé la posibilidad de demostrar que son inocentes
y que las víctimas son ellos, fuera del
país, en playas con buenos yates y con unas buenas cremas de whisky; es que
definitivamente Colombia están bueno que delinquir si paga.
Nos hablan que se le quito
presupuesto a la guerra para invertir en lo social, pero no nos cuentan de los
miles de millones que se han gastado en vuelos privados, sol, playa, brisa y
mar con el supuesto fin de lograr la paz. Pero con todo esto sigo pensando que
este es uno de los países más maravillosos del mundo, así algunos malos
dirigentes políticos nos hagan pensar lo contrario.
MI
COLOMBIA QUERIDO! (Sandro Javier Guaca Realpe.)
Parodia del texto Colombia,
boceto para un retrato, de Hector Abad
Colombia es un buen resumen
del mundo. Una élite en donde los pálidos, descolorizados se llevan lo mejor
parte tanto en la economía como en la política. Es más: esa pequeña élite se
conforma por toda clase de especies como ratas, micos, lagartos, que se
alimentan del erario público. Últimamente ha habido unos banquetes formidables:
el banquete de la contratación en Bogotá, el plato suculento que se dio la
máxima autoridad de Cundinamarca, un tal señor que lleva una cruz, por nombrar
solo dos ejemplos.
Eso sí, la gran mayoría de
habitantes de este amado país, con piel mucho o poco oscura, es gobernada por
este circo de animales. Estos viven en mayor o menor medida en precarias
condiciones.
El zoológico dueño de la
nación eso sí, está acabando con el paraíso que Dios nos regaló: el río de la
Magdalena, pues se vendió por pedazos: a los españoles un trozo, para que
hicieran en el centro del Huila una mega represa llamada Quimbo, que acaba con
el medio ambiente de esa región, sumiendo a sus habitantes en más pobreza y
abandono. Luego, otro trozo a los chinos, para que sigan haciendo represas
ahora en el sur del Huila. Imagínense que un río disminuya su caudal justo un
poco después de donde nace.
¡Ha! que resumen del mundo,
Colombia se parece en esto al gran África, que digo, mejor específicamente,
cada rato se va a parecer más al desierto del Sahara. Pues los huilenses, ya no
tendrán que ir al desierto de la Tatacoa
para tener la experiencia de conocer un desierto, puesto que ya todo el
Huila se va a convertir en eso. Pero no nos pongamos tan negativistas, también
hay cosas positivas: nos parecemos en gran medida a los israelíes, hablando de
su capital humano: para nadie es un secreto la gran capacidad del judío para
hacer negocios, aquí tenemos a los paisas, venditos paisas, que venden hasta un
hueco. ¡Ave María por Dios pues! Por su
puesto, también somos el retrato del mundo árabe. Pero no en la parte positiva
que digamos, ese de progreso traído por el petróleo. No, no, no. El parecido es
por el fanatismo terrorista que por supuesto no es de la mayoría de los árabes,
eso hay que aclararlo. ¿Ellos tienen el grupo terrorista Estado Islámico? Nosotros las FARC. ¿Ellos tienen a Al Qaeda?
Nosotros el ELN. Colombia se parece a Francia, con la diferencia de que los
atentados terroristas en Francia, que se dan eventualmente, en Colombia son el
pan de cada día.
Se me estaba olvidando
Venezuela. Claro que tenemos similitud con Venezuela. Y sino, vayamos a los
suburbios de las grandes ciudades colombianas: es cierto que los supermercados
de cadena están llenos, lo que no hay es plata en el bolsillo para comprar esos
artículos. Igualmente falta el papel higiénico. Sin embargo como dice el adagio
popular, mal de todos consuelo de bobos y que cuando otro está más mal que uno,
a uno le da moral y Venezuela, pues eso sí está muy mal. Por decirlo en otras
palabras, si Colombia está en Guatemala, Venezuela está en Guatepeor.
Se me olvidaba ahora la
cuestión política: a eso si es divertido. Ahora el país lo gobierna un señor
que parece de la antigua raza de los mongoles, en otrora trabajó con el
chiquitico antioqueño malgeniado, ese pequeño personaje que cuando se enojaba
decía: “Estoy muy berraco con usted y ojalá me graben esta llamada. Y si lo veo
le voy a dar en la cara, marica".
Ahora bien, el nuevo
gobernante, reelegido y todo, tuvo una transformación. De ser la mano derecha
del pequeño hombre, se convirtió en su peor enemigo y luego de ser un gran
guerrero se convierte en un gran pacifista. Todos estamos con el corazón en la
mano, queriendo que el proceso de paz llegue a feliz término. Por fin se
terminaría gran parte de violencia en el país, sin embargo, hay que pensar a
qué precio.
Pero por otro lado, tenemos
la eterna disputa entre el procurador general y el fiscal general, que cada
rato se viven echando vainas. Con decirles que el señor Alejandro Ordoñez es
querido por muchos y odiados por otro tanto: Piedrita que aprieta en el zapato
de Santos y tachuela en los tacones de
la comunidad LGBTI
Esa es nuestra Colombia. Es tan divertido
tocar estos temas que se habló de dirigentes y no se tomó la cuestión política,
pero en lo que se refiere a participación ciudadana que se ve extremadamente
limitada a épocas de elecciones. Allí si se despierta el espíritu fanático del
pueblo que pelea, se enfrenta, chilla y patalea defendiendo al candidato de su
preferencia, el mismo que cuando se convierte en dirigente ni lo voltea a ver.
Eso sí, la época electoral hay que aprovecharla para comer tamales gratis, para
que embalastren la carretera, para reclamar las hojas de zinc y para reclamar
los cincuenta mil pesos el día de las elecciones (claro está que eso no lo
hacen todos los electores, ni más faltaba, la mayoría de Colombianos somos
honrados). Por parte de los candidatos, (no todos), pues es el momento de
ganarse esos voticos, por eso es importante conseguirse un par de volquetas
para hacer obras de caridad con esos pobres ciudadanos que tienen sus
carreteras hechas un desastre. Es el momento de incentivar la construcción por
eso es necesario llevar unos camionaditos de cemento, y por supuesto, la gente
sufre mucho, entonces es bueno darles el tamalito y los cincuenta mil pesitos
el día de las elecciones.
Pues realmente, no somos ni
el infierno, pero pues tenemos tanta malicia indígena que hasta le ganamos al
diablo, de la mano con Tomás Carrasquilla. Pero tampoco somos el paraíso,
máxime cuando los de arriba, los que dirigen el país, quisieran que Colombia
fuera el paraíso…fiscal.
Sin embargo, no hay que
desesperarnos, la mayoría de colombianos somos buenos, ni más faltaba, a paso
de tortuga pero ahí vamos, hacia el progreso, como dijo el Pibe Valderrama,
todo bien, todo bien. Y recordemos: lo último que se pierde es la esperanza.
Colombia:
boceto para un retrato (Breve resumen del país) (Diego Fernando Vargas)
Héctor Abad
Faciolince
COLOMBIA, Edén tropical
dotado con una extraordinaria belleza natural y una amplia diversidad biológica
y cultural; hogar de gente alegre, honesta y trabajadora. Un gran país de
América ubicado en la zona noroccidental de América del Sur, organizado constitucionalmente
como una república unitaria descentralizada. Su capital es Bogotá. Su
superficie es de 2’070.408 km2, de los cuales 1’141.748 km2 corresponden a su
territorio continental y los restantes 928.660 km2 a su extensión marítima, de
la cual mantiene diferencias limítrofes con Venezuela y Nicaragua. Limita al
este con Venezuela y Brasil, al sur con Perú y Ecuador y al noroeste con
Panamá; en cuanto a límites marítimos, colinda con Panamá, Costa Rica,
Nicaragua, Honduras, Jamaica, Haití, República Dominicana y Venezuela en el mar
Caribe, y con Panamá, Costa Rica y Ecuador en el océano Pacífico. Colombia es
la única nación de América del Sur que tiene costas en el océano Pacífico y en
el Mar Caribe, en los que posee diversas islas como el archipiélago de San
Andrés y Providencia.
El país es la cuarta nación
en extensión territorial de América del Sur y, con alrededor de 46 millones de
habitantes, la tercera en población en América Latina, después de Brasil y
México. Colombia ha sido siempre uno de los países más ricos del mundo en
cuanto a diversidad natural, si retornamos un poco a nuestra historia nos
encontramos con que nuestro país era propietario de casi en su gran mayoría de
la riqueza natural de varios países vecinos la cual fue cedida a ellos por
diversos acuerdos y convenios de carácter político, a pesar de dichos acuerdos
desfavorables para la riqueza bionatural que poseía nuestro país, aun conserva
un alto porcentaje que lo engalana con ser el segundo país más rico en
biodiversidad a nivel mundial.
Este aspecto hace a nuestro
país uno de los más importantes y el primero a nivel mundial en diversidad de
especies de aves, de mariposas, de flores y de algunos anfibios, es por esto
que nuestro país es reconocido internacionalmente y muy positivamente por
poseer una gran parte del pulmón del mundo el amazonas, su riqueza hídrica, su
diversidad de ríos, nacederos pantanos, ciénagas lo hacen sencillamente
maravilloso. Pero la riqueza de nuestro país no se queda solo en territorio
terrestre, posee 152 km de frontera marítima lo cual además de facilitar
operaciones comerciales es habitada de un sinfín de especies marinas, como
peces de diversas clases, tiburón martillo delfines ballenas las cuales llegan
a las bahías a tener sus crías convirtiéndose en un verdadero espectáculo
natural tortugas e infinidad de especies. Continuando con este agradable
recuento no podemos dejar de lado la diversidad silvestre desde arboles
gigantes hasta pequeñas plántulas características de selva tropical las cuales
sirven de habitad para un sinfín de especies desde los monos, las distintas
especies de aves hasta pequeños insectos. Nuestra bella Colombia un paraíso
rico en biodiversidad, donde abunda el agua, las mujeres hermosas, la gente
cálida, rumbera, alegre, comprometida, se produce el mejor café del mundo, es
el principal país productor de esmeraldas apetecidas por los grandes magnates,
con el privilegio de tener patrimonios histórico y cultural de la humanidad,
con nuestras flores se han expresado sentimientos de amor y de paz en el mundo.
Como lo plantea la Unesco, la diversidad cultural es una característica
esencial de la humanidad, patrimonio común que debe valorarse y preservarse en
provecho de todos, pues crea un mundo rico y variado, que acrecienta la gama de
posibilidades y nutre las capacidades y los valores humanos, y constituye, por
lo tanto, uno de los principales motores del desarrollo sostenible de las
comunidades, los pueblos y las naciones. La vitalidad de la cultura colombiana
radica precisamente en su diversidad, el patrimonio más valioso de la nación.
Colombia: boceto para un retrato (Gloria Serrano)
Héctor
Abad Faciolince
Retratar a Colombia en
miniatura es retratar al mundo, nos parecemos tanto a él en su conjunto que no
podemos desconocerlo es como si ante la
prueba definitiva del ADN de un individuo se negara a la aceptación de su
verdadero padre. A lo largo y ancho del país encontramos
evidencias de nuestro parecido con el
resto del mundo aunque la verdad sea dicha el hecho de parecernos no significa
que seamos igual, la a-culturización producida por el sometimiento histórico de
otros pueblos nos ha hecho semejantes pero no iguales.
En nuestra sangre y en la
información contenida en cada células llevamos rasgos de los españoles que aniquilaron nuestro
pueblo o de los africanos que fueron traídos como esclavos en las épocas de la colonia o de los ingleses y americanos que
han llegado en los últimos siglos dejándonos el color de sus ojos y la miseria
que como consecuencia de su colonización
hemos tenido que vivir.
También rasgos de los
comerciantes turcos y de otras naciones que después de estafarnos nos dejaron como legado la
capacidad creativa de rebuscarnos ante
todo y de vez en cuando también estafar a los demás, disimulando esto al
llamarlo como viveza de los Colombianos.
Colombia: Boceto para un retrato. (Luis Fernando
Herrera)
Colombia
es un país tan diverso, tan voluminoso, tan heterogéneo y tan lleno de
contrastes, que fácilmente se podría reflejar de su actual forma de vivir, la
historia de la vida misma, la historia de la humanidad.
Existen
varias teorías a cerca de como surgió la humanidad en el mundo, por ejemplo la
teoría de la evolución, donde los primates fueron desarrollando cambios en
todos los ámbitos, hasta erguirse como homo sapiens; pues bien, en nuestra
sociedad Colombiana es muy común observar a personas que proceden como monos,
actuando por instinto, y con comportamientos propios de los animales,
maltratando niños, mujeres, peleando por territorio y haciendo todo tipo de
malabares con el fin de salirse con la suya o de no dejarse involucrar en
carruseles, además, explícitamente también se ve uno que otro “mico”; sí nos
remitimos a la prehistoria, a la era de los dinosaurios, solo es cuestión de ir
al congreso para tener la oportunidad de observar una gran variedad de
lagartos.
Luego
de la aparición del hombre como tal, vino la edad de piedra y de las cavernas,
donde los hombres habitaban cuevas y comenzaban a desarrollar las primeras
herramientas y armas a base de piedras, pues hoy en día podemos encontrar en
Colombia a personas que literalmente viven en cavernas, denominadas tugurios en
las zonas mas deprimidas, sin acceso a la tecnología o a los servicios básicos,
con sus hijos caminando descalzos y desnudos, lavando sus pocas prendas por ahí
en alguna piedra de una quebrada cerca.
Luego
empiezan a aparecer comunidades nómadas que se van por el mundo buscando
alimento, y nunca se quedan en un sitio fijo, como es el caso de muchos
colombianos que deben permanecer en constante movimiento para poder sobrevivir,
una temporada van al eje cafetero a servir como recolectores, al inicio de las
vigencias fiscales, se ocupan como obreros en los diferentes proyectos, luego
van a Cor-abastos a descargar camiones, esa es la historia de muchos
compatriotas que se encuentran dentro de ese 9% de desempleados en el país (No
hace falta ir muy lejos para darse cuenta que ese 9% del que habla el gobierno
es una utopía).
También
fueron apareciendo los primeros agricultores quienes empezaron a asentarse en
zonas fijas, con la ventaja que en ese entonces aún no se debía tributar, como
en la actualidad en Nuestro país, donde los labriegos no alcanzan a producir lo
suficiente para cubrir los impuestos.
Con
la aparición del fuego surgen grandes cambios en la humanidad, iluminación
nocturna, cocción de alimentes, usos para la agricultura, entre otros, hoy por
hoy, aun existe un gran porcentaje de compatriotas que viven sin acceso a la
energía eléctrica, y no estamos hablando únicamente de los departamentos menos
favorecidos como el choco, o los mas alejados como Guainía, no señor, en
Antioquia, en Cundinamarca, en Santander existen familias, principalmente en
áreas rurales que aún no tienen este servicio.
El
tiempo siguió su curso, el mundo se fue poblando y es cuando aparecen
diferentes civilizaciones en contextos geográficos distintos, árabes, asiáticos,
occidentales, etc, fueron creando sus propias identidades y costumbres como
aquí, donde hay pijas, costeños, paisas, chilapos, niches, rolos, opitas,
guajiros y mas.
De
forma paralela a la expansión humana y al surgimiento de las múltiples culturas
y perspectivas de ver el mundo, también aparecieron otros factores como las
guerras, en la que Colombia está a la orden del día, la industria y el
comercio, presentes en nuestro país, las concepciones del bien y del mal, la
dominación, la opresión, los nacionalismos, las doctrinas, gobernantes medio
locos con ideas desafortunadas y todo tipo de representaciones culturales y
sociales que podemos observar sin salir de nuestra tierra, hasta llegar a un
estado ideal como en los actuales mal llamados países del centro, porque en
Colombia existen fieles representaciones de las actuales sociedades europeas y
norteamericanas, pocas, pero existen.
Así
se puede ver Colombia desde otra perspectiva, como la representación de las
épocas.
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